viernes, 23 de mayo de 2008

La Cultura de la Basura

...o como gobierno, empresarios y los propios cineastas has complotado para resguardarnos de la peligrosa verdad...

Para quienes no se han enterado, existe en este momento una cineasta chilena encarcelada. Su nombre es Elena Varela. Su historia filmica comienza en los ochenta, de manera clandestina, registrando el acontecer sociopolítico de un Chile autocensurado y reprimido, la realidad de un pequeño país en dictadura. Bajo el nombre de “colectivo cine ojo”, presenta sus películas al entonces Consejo de Calificación de Censura, la cual rechaza, entre otras “Chile, no invoco tu nombre en vano” de 1983. Era de las pocas películas filmadas dentro del país y los primeros registros de las protestas contra Pinochet.

A veinticinco años de la realización (y cesura) de esa película, Elena vive una situación muy similar. Ahora a quien hay que derrocar no es a Pinochet, sino a los empresarios, que lentamente comienzan a despojar a toda una etnia de sus raíces, de su historia, y de todo aquello que no tiene precio y que, claro, para un empresario es muy difícil de etiquetar.

La sucesión de hechos parece sacada de un cuento de Kafka. El 8 de Mayo, “El Mercurio” coloca en sus titulares la detención de “seis miristas acusados de asalto y financiados por el Fondart”. En esa misma edición, el vocero de La Moneda, Francisco Vidal, explicitaba que tal como a los Gobernadores Regionales “donde se registran todos los antecedentes”, a los concursantes al Fondart (en la práctica, el Fondo Audiovisual) se les debían pedir sus antecedentes. Ese mismo día apareció Arturo Barrios, ex dirigente estudiantil amansado por el Gobierno, desmintiendo estos dichos, pero si instando a que se “deben mejorar los marcos de financiamiento”, condenando implícitamente la entrega de financiamiento al documental. En ambos casos es clarísima la opinión de Gobierno sobre la reincersión laboral: “los ladrones son ladrones y suscríbanse a ese mundo”, parece ser el mensaje. Está muy bien que un presidiario haga artesanías en mimbre o escriba cuentos, pero en ningún caso que filme una película. Es peligroso. Demás está decir que a estas alturas nadie ha encontrado evidencias de la participación de la documentalista en hechos delictuales, pero parece que ese no es el tema ya que nadie lo menciona.

Siguiendo con la cronología, recién el 14 de Mayo la Ministra de Cultura Paulina Urrutia hace una referencia al caso, sindicando que “no hubo un error” en la entrega de Financiamiento al documental de Elena Varela. El mismo Mercurio recoge la opinión de Iván Moreira, un experto en Cultura, que señala que “no se puede decir que no hubo error cuando se le entrega 53 millones de pesos a personas vinculadas con terrorismo", culminando sus declaraciones con una solicitud de los criterios con los que se entregan los financiamientos que, por lo demás, están publicados desde hace años en la página de los Fondos Concursables de Gobierno.

Pareciera ser que la respuesta de la Ministra no fue lo suficientemente trascendente, lo que la obligó a intervenir nuevamente, esta vez para señalar que “hemos puesto a disposición de la Fiscalía a la Cineteca Nacional (sic) y sus profesionales para realizar los debidos respaldos del material incautado, con la finalidad de evitar daños y cualquier riesgo de pérdida”. No es menor recordar que hace casi un año, esos “profesionales” estaban siendo despedidos de sus cargos por “superávit de personal”, y hoy sirven de puente a una medida insólita: se avala la incautación del material filmado, su revisión por parte de personas que no tienen idea de cine (me imagino que el cabo de turno o de quien menos tiene que ver con el documental).

Mientras la televisión Nacional de Chile comenta como un lorito perdido pudo “hablar” y decir la dirección donde vivía, la cineasta Elena Varela seguía detenida. Desde la cárcel, hizo llegar una carta que fue ampliamente difundida por canales de Internet, en donde instaba al Ministerio de Cultura a la “intervención en función de resguardar el material fílmico, la memoria de estos trabajos, el resguardo de sus actores sociales y mi libertad, porque me encuentro privada de todo derecho y expresión”.

Las agrupaciones audiovisualistas, ante la pasiva actitud del Consejo de la Cultura, llamó a una conferencia de prensa repudiando el hecho, y solo llegaron dos medios de comunicación. ¿Es que acaso tan poderosas son las empresas Forestales y sus vínculos con el Estado que esto ha sido acallado? Aparentemente si, y queda claro cual es el lugar de la cultura en la sociedad contemporánea, en el Chile moderno y en vías de desarrollo.

A raíz del caso de Elena Varela comienzan a ver la luz numerosos episodios de cineastas que han sido hostilizados por grupos regionales de Empresarios con el fin del cese de las filmaciones en un conflicto hondo y agudo que da para un debate aún mayor. En 1999 la documentalista Jeannette Paillán fue detenida y se le confiscó su equipo de filmación y sus cintas en un documental que registraba la problemática indígena con la Forestal Arauco; el 17 de marzo de este año dos periodistas franceses fueron detenidos, se les culpo de realizar un incendio y pertenecer a la ETA, ambos cargos absolutamente falsos. Tras ser dejados en libertad fueron víctimas de una golpiza que los hizo huír del país; el 3 de Mayo dos documentalistas italianos fueron detenidos mientras filmaban una manifestación mapuche en los predios de la Forestal Mininco. Al ser formalizados bajo los cargos de “robo de madera” (!) fueron expulsados del territorio por la Intendenta Regional. Nada de esto salió en la prensa.

Finalmente, el pasado 21 de Mayo la Presidenta hace su discurso anual, donde señala la “virtuosa relación con el Estado” que financia “mas de 38 películas” con aportes públicos.

Van varios días de detención de una cineasta chilena que registraba un conflicto social clave de comienzos de siglo. El cine es político en esencia. Aunque sea la obra más banal e inofensiva, es una herramienta política. Por eso los Estados Unidos filman las películas que vemos saturando nuestra pantalla, y por eso hay cineastas que simplemente no han emitido ni una sola palabra frente a la detención de un par.

Cuando me pidieron escribir una columna sobre la detención de Elena Varela, pensé en exponer mi punto de vista. Pero después pensé que los hechos hablan por si solo: un país clasista, racista, latifundista en su más profunda raíz, sectario y barroco, dependiente de los empresarios y donde la cultura es una “entretención”, como lo señala nuestra cordial presidenta. Se puede ver en cada uno de los acontecimientos de este penoso caso. Mientras, una madre está encarcelada y está siendo presa de descarnadas y ridículas opiniones políticas de ex pinochetistas y empresarios, el mas absoluto silencio de un Gobierno que prioriza el desarrollo empresarial, y el mutismo de todo ese sector cultural que aparecía radiante en la campaña presidencial y que luego fue canjeado por agregadurías culturales en los lugares mas exóticos del planeta, deja perplejo. Pareciera ser que es más importante una película chilena en el plástico Cannes que el encarcelamiento de una creadora audiovisual. Buen negocio éste de la cultura.

Por Luis Felipe Horta

3 comentarios:

Escribo, a veces dijo...

N. de A.: En el �ltimo parrafo, donde dice cajeado deber�a decir canjeado

Anónimo dijo...

hola! soy de la VI región, y tengo entendido que Elena Varela está detenida en la cárcel de Rancagua, quisiera saber en qué están los comunicadores y audiovisualistas respecto a esta detención, si estan haciendo acciones de denuncia u otras, me gustaría que estuviésemos en contacto, esto no puede pasar piola, si los "mass media" no se ponen a tono, seremos los que reaccionamos ante estas cosas quienes hagamos bulla...

Catalina
catalinabarrales@yahoo.es

Erick Milla dijo...

Catalina,
estamos recabando información, lo cual en este caso en particular no es fácil. En Pza Italia, hoy viernes, se juntaron un grupo de realizadores, lo que sirvió al menos para ver que el tema importa, aunque sea a un grupo pequeño, pero está en el aire. Tu que estás en Rancagua podrías ser nuestra "corresponsal" pues en PCPQLee queremos saber más del caso,
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