miércoles, 5 de marzo de 2008

Editorial

O por qué Tatán no será presidente de Chile.

Hace unos días estuve hojeando una antigua revista de Tío Rico que conservo de mi época pre-escolar. Por suerte, la revista tienen la impronta de Carl Barks, un genio de las caricaturas del mundo moderno. Desgraciadamente, no todos los millonarios merecen la simpatía de la que goza el famoso pato tío de Donald. Muy por el contrario, criaturas tan poderosas usualmente ganan el odio, la antipatía y la burla del populacho. Ya lo sabe el Sr. Burns, el Ciudadano Kane y la mayoría de los judíos que han acaparado riqueza por medio de la usura en la historia de la humanidad.

El problema de Tatán -y de cualquier millonario en el mundo- es que nadie puede ser tan rico y no haber hecho algo, al menos, reñido con la moral, percepción que el propio candidato se ha afanado de cimentar. No por nada luego de pagar una chorrada de plata por la multa de la SVS por compra de acciones con información privilegiada en LAN, Piñera va y compra hasta el bombo de la barra de los cogoteros. Me imagino que ahora debe estar licitándolo a otras barras cuando no se ocupa en el Mono-mental.

Lo digo desde la otra vereda, como un cesante ilustrado más de este país: un millonario no crea empatía, el hombre que trabaja no lo ve como alguien en quien confiar, por siempre se ha roto el lomo y ese tipo de individuos se han quedado con la gran tajada. Encima, si ese millonario está interesado en la política, eso lo transforma en no se: 100% ladrón? Me están hueveando?

Si ya en Chile la burocracia flaite se está haciendo el pino en el gobierno, el congreso y demases, un roto con plata -y mucha- puede ser capaz de robar no sólo unas lucas ordinarias, como hasta ahora, sino que sería capaz de lucrar con una capacidad de visión que asustaría hasta el radical más conservador (eso sonó medio contradictorio, pero confíen en mi, no lo es).

Tatán, te lo digo, así como en drama clásico, el populacho siempre está con el rival más débil, con aquel que le provoca empatía por que "es como uno". Por eso en los cuentos uno se identifica con el caballero y no con el dragón, y en las películas uno quiere que sobreviva Ripley y no Alien. Supongo que en el show mediático de lo que llamamos política por estos lares suele ser similar, sólo que me sorprende que pese a tu agudeza, aún no lo hayas visto, Tatán.

Erick Milla C.
erick.milla@gmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Perfecto señor Editor, pero mi pregunta es: ¿a quién propondría usted para el próximo gobierno?. Acaso sugiere seguír con los "personajes" de la concertación, que ya se han robado todo. Por lo menos este Piñera está lleno de lucas. Pero el gran problema, no es la figurira que está en el poder, sino, los mandos medios, ese monton de chanturris que lo único que hacen es vender la pescá... (me refiero a los que ocupan puestos en el gobierno) "queremos lo mejor para el país", "la cesantía ha disminuido" "en lo macro estamos bién" y blablabla. Simplemente creo que después de tres periodos, hay que dar la oportunidad a la esquina del frente y bueno evaluar si dan alguna respuesta a los problemas que aquejan esta sociedad. Es de esperar que no sea la misma wea que la concertación.
Punto aparte me parece Lavin, que mejor sea DC. Saludos.