martes, 17 de junio de 2008

Y si fuera cierto...


Apenas supe desconfié, pero de acuerdo a los datos recopilados por la prensa no hay razones para sospechar y darle más vueltas, ya que sólo fue un accidente –según sentencian los medios y los protagonistas-, pese a que los eventos de los días previos podrían invitarnos a pensar lo contrario.

Sin embargo, parece que la descendencia masculina de Carlos Menem siempre corre algún riesgo. El último de ellos afectó a su hijo Máximo y a su madre, Cecilia Bolocco, quienes junto a otras siete personas resultaron intoxicados por monóxido de carbono en las últimas horas del sábado, mientras se encontraban en un departamento del centro de esquí La Parva. Afortunadamente pasaron una noche en observación médica y fueron dados de alta.

En ese escenario me llamó profundamente la atención que en la misma semana estuvo en Chile Carlos Nair Meza, hijo ilegitimo del ex presidente de Argentina, quien junto a Zulemita y Máximo son los herederos de los millones de dólares que su padre acumuló mientras dirigió los destinos de la nación trasandina. Quizás, se me pasó por la mente, que si el chico no realizaba algún ‘encargo’ especial para su padre podría estar ejecutando un plan para dividir en dos, de momento, lo que debería repartirse en tres.

Mi desconfianza me pasó la cuenta cuando me enteré que el muchacho, ya de 27 años, en mayo pasado estrelló su automóvil contra una baranda de contención, tras pisar una mancha de aceite en una central avenida de Buenos Aires, por lo cual fue a parar hasta el hospital.

Después de analizar el dato, pensé en Zulemita (hija) como la gran artífice de todos estos maquiavélicos procedimientos para terminar con el resto de los herederos de la gran fortuna, pues si tuvo éxito al acabar con su hermano, Carlos Menem (Jr), logrando incluso responsabilizar indirectamente a su progenitor, ella debe ser de las peores y no le costaría mucho eliminar al resto.

La mujer también ha dejado huellas públicas de su rudeza, una de ellas fue el último colapso que derivó en múltiples carterazos contra dos hombres que la reconocieron en un restaurante y comenzaron a hacerle gestos ofensivos.

En suma, si Máximo y Cecilia hubiesen muerto ¿alguien hubiese pensado que fue producto de una estufa en mal estado? No habrían dudado a raíz de aquella famosa frase: “Que parezca un accidente”. Más irónico aún, si pensamos que los chilenos más renombrados en la sociedad argentina hubiesen fallecido por inhalación de monóxido de carbono, justo cuando nuestros vecinos lo único que hacen es recortarnos la cuota.

Por Patricio Espinoza.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen raciocinio del columnista. Hace tiempo que no encontraba algo original e inteligente, esa mezcla de actualidad e ironía que nos depierte de la escena que nos montan.

Eduardo Fuenzalida
efuencaba@homail.com

Anónimo dijo...

Es cierto, las mujeres a veces podemos ser las peores, por eso creo que la mala en esta historia es Zulema, tal como lo fue lucia hiriart, jijijijiji

jganza@yahoo.es

Erick Milla dijo...

Eso es verdad, sin ir más lejos, es ver como tienen sometidos bajo el yugo de la represión y la coacción a nuestros columnistas Patricio Espinoza e Italo Franzani, pruebas vivas de la maldad y manipulación femenina.

Anónimo dijo...

Fuera de bromas es un muy buen análisis. Patricioe es Patricio Espinoza? Buen aporte.
Me encntó el nombre del blog.

Pico para ustedes también

María Laura S.

Anónimo dijo...

igual tas viendo mucha tele