Un Informe Incompleto

Es el programa insigne en cuanto a espacios de reportajes al interior de la estación estatal. Sin embargo, no sabemos en qué momento perdió el rumbo o, a estas alturas, es válido preguntarse si alguna vez lo tuvo.

Por Patricioe.

Pensábamos que el capítulo del pasado lunes iba a causar un gran impacto hasta que supimos que la encargada de la investigación era Paulina de Allende Salazar. Sí, porque la colega –titulada en la Universidad Diego Portales-, siempre deja ‘cojeando’ sus temas, pese a contar una infraestructura con la que todo periodista quisiera trabajar.

Nos pasó con el reportaje sobre la calidad sanitaria de las cocinas de algunos restaurantes el año pasado y, ahora, con la higiene que presentan algunos moteles de la capital.

Profesionalmente hablando el episodio de Informe Especial tuvo varías falencias en el tratamiento de los contenidos. Quizás Paulina no fue a esa clase de primer año donde enseñan que si un entrevistado da una cuña no se puede repetir la misma información en la locución siguiente. Además, se pasó más de un tercio de su tiempo repitiendo el proceso para la toma de muestras en cada habitación.

Me molestó ver que alguien con formación en comunicaciones haga el trabajo de un experto en la detección de evidencia para el análisis en los laboratorios, de pronto es parte de este ‘periodismo’ en que el reportero es protagonista y que dependiendo de su vestimenta puede ser y actuar como médico, científico, etcétera. Posiblemente se debió explicar si recibió alguna instrucción acabada o que simplemente no quería que alguien más se llevara el crédito.

Me hubiese gustado saber qué pensaban algunos de los usuarios respecto a la salubridad de los recintos ¿si les importa o no? A ratos parecía un infomercial de algunos lugares, hasta que veíamos a nuestra investigadora una y otra vez ponerse el traje blanco, repetir hasta el cansancio el procedimiento que realizaba y abocarse desenfrenadamente a la búsqueda de semen.

El señor Felipe Gertzen –editor general-, deberá ejercer una ‘mano dura’ con el equipo que comanda, ya que es bien sabido que mucha fémina junta es sinónimo de problemas y, para colmo, el único varón que figura públicamente no tendrá nunca una acabada visión del actuar de las chicas.