¿Maltrato Infantil?

SÍ, PERO DE NIÑOS POBRES SOLAMENTE

Todo el mundo está impactado con la realidad que vivieron hasta hace unos días los hermanos Pincheira en Cerro Navia. Los menores de cinco, siete, nueve, once, trece y quince años no eran alimentados por su progenitor y su conviviente, además los mantenían desnudos en el patio y, entre otros, lo hacía comer sus propios excrementos.

Ahora, afortunadamente, se conoció esta realidad y los chicos de a poco están mejorando sus condiciones de vida bajo la custodia, momentánea, de un tío paterno. Pese a que la denuncia fue hecha hace varios meses, las autoridades no pudieron hacer nada pues desde el tribunal equivocaron la dirección y los encargados de comprobar los hechos abandonaron la causa, finalmente era gente pobre y así están acostumbrados a vivir –debieron haber concluido-. Sin embargo, si hubiesen sido chicos ABC1 en problemas, quizás perdido en una excursión de fin de semana en el cerro Manquehue, el aparato estatal no escatimaría en gastar millones en el despliegue de equipos de búsqueda terrestre, helicópteros, etcétera.

En ese contexto, también me llama profundamente la atención que los vecinos se estén movilizando a través de la recolección de firmas para impedir que el padre de los chicos, Pedro Pincheira, y su mujer, Margarita Oliveros, vuelvan a su residencia.

Me parece que ofrecer linchamientos y otras acciones para amedrentar a los culpables de tan macabro comportamiento, ante las cámaras de los medios, es simplemente eso, el deseo de salir en la tele, ya que lo que acontecía al interior de esa vivienda era conocido por los vecinos desde hace un año y nunca tomaron medidas hasta que llegó la televisión.

Lamentablemente uno de los menores está hospitalizado y este domingo otro volvió a Urgencias debido a complicaciones de salud producto de su desnutrición. Hasta el recinto de asistencia llegaron sus vecinos, los mismos que antes hacían la "vista gorda", pero que ahora levantan la voz. Me parece tan “chilena” esta forma de actuar.

Por otro lado, la Justicia, esa que retorna a las calles a los delincuentes y personas que son evidentemente un peligro para la sociedad, dejó en libertad al “padre del año” y lo conminó a firmar cada cierto período. Bueno, como era de esperar, el tipo no llegó a su primer trámite. ¡Felicitaciones señores del Ministerio Público!.

Sólo deseo que el tío de los chicos abandone un poco la exposición mediática y se aboque a ellos, ya que una segunda mala experiencia para ellos sería demasiado.

Por Patricioe
patricioe@gmail.com

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