jueves, 7 de febrero de 2008

Editorial

La revolución no será televisada

Hace algunos días, si mal no recuerdo el Domingo 3 de Febrero, los cuatro noticiarios de mayor cobertura del país comenzaron de forma similar su segmento prime (21:00 hrs.). La noticia no era un atentado contra Benedicto XVI, ni que habían construido de vuelta el muro de Berlín, ni que Israel había sido borrado del mapa por sus enemigos, nada de eso, sino que en 24 horas habían ocurrido tres femicidios en diferentes puntos del país, blandiendo el morboso drama, situaciones impactantes en lo micro, pero de una visión que no resiste el "big picture".

De pronto pensé que era mi televisor el que se estaba MEGA-izando, le pegué unos golpecitos pero nada, el zapping me llevaba inevitablemente a ver los cuerpos tapados sacados en camilla, el dolor de los deudos, las típicas viejas intrusas opinando y las autoridades de turno declarando. Por minutos sentí un perpetuo Deja Vú, hasta que recordé existía el cable. El pobre Orson Welles, quien se encandilaba ante las posibilidades de desarrollo que podría tener la televisión, debe estar revolcándose en su tumba. No obstante, el ejercicio aplicado al periodismo escrito también brinda un resultado similar: los matutinos con grandes letras rojas y fotos desgarradoras destacaban en portadas y en su interior los hechos sangrientos en crímenes contra mujeres casi como en un afiche promocional de una peli de Tarantino.

Es de perogrullo decir que en Chile no existe libertad de prensa: la mayoría de los medios están en manos de una oligarquía, apretados entre ideologías y compromisos comerciales, situación que explicaría este falencia del modelo en nivel macro, en donde el derecho a la información -tanto el de acceder a ella como el de expresión de la misma- se ve violentado a diario por las graves restricciones al pluralismo. Es en este contexto, bajo estas condiciones, se hace necesario el debate a respecto a la existencia de medios públicos, que se financien por una subvención estatal en vez de regirse por las leyes del mercado.

Un medio no debería ser sólo un estandarte ideológico de un grupo determinado o una manera de incrementar las arcas personales del Claro, Piñera, Berlusconi o William Randolph Hearst de turno. Los profesionales de los medios, desgraciadamente muchos de ellos tan faltos de léxico como de ideas y carentes de cualquier tipo de bagaje cultural, son un reflejo a través de un vidrio oscuro de nuestra sociedad, compuesta de "ciudadanos" precariamente formados también gracias a un régimen educacional servil y funcional para con el sistema.

Supongo entonces que es hora de quebrar la mano a la tiranía del hombre promedio y terminar con las frases clichés, caer en la espiral del eco de las noticias morbosas y dejar de acceder sólo a las putas fuentes oficiales establecidas durante la dictadura y esta larga transición a la democracia, que más que transición a algo, ya parece un estado permanente de las cosas. Si el periodismo tuvo entre sus filas a ErnestHemingway, Hunter S. Thompson y Truman Capote y logró hitos como Watergate, no veo por que no se pueda nivelar para arriba. Querer es poder dicen por ahí.

Erick Milla
erick.milla@gmail.com

Pd: Si, en la foto estoy junto a una modelo portuguesa riquísima. Tarde o temprano, tenía que divulgarlo. No es malo inflarse el ego, lo malo es cuando se revienta.

3 comentarios:

Solange Piña dijo...

Si bien es cierto que comparto tu opinion en cuanto a la falta de cobertura de temas importantes en los noticiarios y a la superficialidad con que se tratan ciertos temas, creo que es URGENTE acabar con la violencia contra las mujeres del mundo. Entiendo que las imagenes mostradas a traves de la television quizas dejaron que desear, pero tambien creo que cobertura es mejor que no cobertura. Es impresionante la cantidad de mujeres que dia a dia deben enfrentar la violencia de sus parejas, sin importar credo, status socioeconomico o cultura. El tema merece ser tratado de manera abierta porque la violencia es algo que nos involucra a todos.

chilesiguesocialista dijo...

La violencia no es un tema de género. Es igual matar a un hombre o a una mujer, igual de negativo. Ahora que se acerca el Día Internacional de la Mujer le van a dar duro al temita, y no existe forma de acabar con los femicidios, como no existen formas de acabar con ningún tipo de homicidio, porque siempre dependerá de la voluntad del asesino, jamás de la víctima.

Erick Milla dijo...

Bueno, hace unos meses en España, a través de un estudio, señalaron que el femicidio tiende a repetirse a medida que tiene presencia medial, es decir, una suerte de efecto eco o e teoría del contagio. por otro lado, el femicidio tiene ya características de pandemia global, si bien es cierto que puede ser tipificado como homicidio, responde a factores claves: los asesinos son usualmente parejas o ex parejas, la mayoría prefiere apuñalar, atacar de cerca a modo de castigo (sin contar que el puñal simboliza inconscientemente la violación) y así una serie de tipificaciones.
Pd: Sabían que en Francia los crímenes pasionales no son penados como los demás crímenes, sino reciben condenas más bajas o lisa y llanamente sobreseidos? (al menos hasta hace poco)
Un abrazo.